8 profesores que lo dieron todo por sus estudiantes y te harán sonreír más de la cuenta

Ser profesor es ser guía, líder y amigo. Ser profesor es comprometerse con el presente y el futuro de niños y jóvenes que algún día podrán hacer grandes cosas por el mundo en el que viven. Ser profesor es formar el camino de seres humanos llenos de capacidades y talentos por explorar. Ser profesor es entregarlo todo y hacer hasta lo impensable para lograr que todos los estudiantes aprendan. Ellos lo hicieron… hicieron lo impensable, captaron la atención de sus estudiantes con humor, lo dieron todo por ellos y nos robaron una que otra carcajada.

1. El profesor de álgebra que no tuvo problema con pararse de cabeza para explicar una teoría matemática

“Mi profesor de álgebra, muy extra parándose de manos para demostrar que los recíprocos son geniales”.

2. Y el que decidió explicar literalmente su teorema: “Tengo una boca muy grande”

“Teorema: Tengo una boca muy grande”.
“Prueba:   ”

3. Y el que se inventó una forma genial de medir la asistencia… y captar la atención de sus estudiantes

4. El que se comprometió demasiado y le escribió una carta a el “hada de los dientes” cuando su estudiante perdió un diente y se lo tragó

“Querida Hada de los Dientes: Hoy cuando Tom se estaba comiendo su pasta, su diente se cayó. Desafortunadamente se tragó su diente. Él estaba triste por no tener su diente para dejar esta noche. Le he dicho que de todas formas tu lo visitarás.

De Leanne, Profesora de Tom”.

5. El profesor de química amante de Breaking Bad que se disfrazó de Heisenberg para dar su clase

“La química de la metanfetamina”.

6. Los dedicados profesores que decoraron estas puertas

7. La profesora que inventó una canción increíble para que ellas aprendieran a dividir

8. Y finalmente, el profesor que se esmeró al proyectar un mensaje lleno de humor que sus estudiantes nunca olvidarán

“Queridos estudiantes: yo se cuando están enviando mensajes en clase. En serio, nadie mira abajo a la entre pierna y sonríe. Sinceramente, su profesor”.

Y tú, ¿qué harías para robarle una sonrisa a tus estudiantes?