¿Cómo prepararse para enseñar una nueva temática o abordar un nuevo curso? Esta profesora sugiere algunas estrategias para enfrentar lo desconocido y sacar provecho de lo que no sabemos.
Fue profesora de inglés en una escuela secundaria, enseñó ciencias y matemática de sexto grado y actualmente prepara a los profesores novatos. A Rebecca Alber le encantaba dictar clases de ciencias y liderar procesos de investigación, experimentación e hipótesis. Pero, según narra en el medio educativo Edutopia, la sensación, al preparar una clase de matemática era distinta… planear esas clases era todo un desafío y ella sentía que el éxito de sus lecciones de matemática no era igual a las de la clase de ciencias. “Si pudiera remontarme atrás en el tiempo hasta cuando era joven y estaba emergiendo en mi oficio (y en la comprensión de mí misma), me sumergería de cabeza para mejorar mis habilidades y estrategias para enseñar matemática a los alumnos de sexto grado”, afirma la profesora a Edutopia.
Basada en su propia experiencia, Rebecca resalta la importancia de hacer frente a los miedos, en lugar de dejarlos de lado.
Para explicar esta afirmación, ella cuenta la anécdota de una profesora que tuvo que pasar de enseñar Historia Estadounidense en un curso, a enseñar Historia del mundo en otro curso; nerviosa por la incertidumbre de no saber si podría enseñar con la misma profundidad, decidió asumir su debilidad en la materia y enfrentar su inseguridad de la mejor forma. Ella decidió ser aprendiz junto a los estudiantes, trabajaba como facilitadora, hacía preguntas y ponía a prueba los estudiantes. ¿Los resultados? Un grupo de alumnos que aprendían más de lo que ella esperaba.
Ahora bien, ¿qué sugiere Rebecca para no evadir y hacer frente a lo desconocido de una manera proactiva y útil? Porque sí, los profesores no siempre tienen todas las respuesta, y no hay nada de malo en ello.
1. Lo primero es admitir… admitir que no sabes algo para así poder apoyarte de quienes sí lo saben, como tus pares. Sólo se aprende haciendo y reflexionando, y para eso es indispensable dar ese primer paso.
2. Utiliza lo que sabes pues muchas de las estrategias de enseñanza-aprendizaje, pasan de contenido a contenido. Si hay un tema nuevo que no conoces, es importante que recuerdes que eres profesor/a y estás equipado/a con incontables herramientas pedagógicas útiles.
3. Observa a tus pares, encuentra a esos profesores que son expertos en X tema o contenido en el que tú no eres tan experto. Cada vez que tengas una oportunidad, observa sus clases, toma nota, haz preguntas y refleja todo esto en tus pasos a seguir.
4. Asegúrate de entender bien lo que estás enseñando, antes de enseñarlo, divide cada tema en partes, baja el ritmo si es necesario, prepárate y también date la posibilidad de aprender de tus estudiantes en el camino. Las dos cosas se pueden hacer de manera simultánea.
5. Trabaja en tu desarrollo profesional de una forma activa, esto significa muchas veces, ir más allá de lo que se ofrece en las escuelas. Una alternativa puede ser el mundo digital.
6. Avanza hacia lo desconocido, no te alejes de ello… si eres un profesor novato o sólo estás empezando en un nuevo nivel o asignatura, enfrenta los desafíos y sigue aprendiendo. “Confía en mí, esto te hará un mejor maestro porque ninguno de nosotros ha terminado de aprender como maestros”, afirma Rebecca en Edutopia.
No importa si llevas 1 o 10 años enseñando en la misma escuela y el mismo nivel, es completamente normal sentirse vulnerable en algún momento de la carrera. Es normal, es válido y es inteligente enfrentar esa vulnerabilidad, inseguridad o desconocimiento para seguir enseñando, pero sobre todo, para seguir aprendiendo.
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