Los profesores novatos deben enfrentarse a enormes desafíos, no sólo el primer día de clase, sino a lo largo de todo el año escolar. Sin embargo, hay muchas cosas propias de esa primera experiencia que pueden utilizar 100% a su favor.
Los profesores novatos deben enfrentarse a enormes desafíos, no sólo el primer día de clase, sino a lo largo de todo el año escolar. Sin embargo, hay muchas cosas propias de esa primera experiencia que pueden utilizar 100% a su favor.
Los desafíos de ser profesor por primera vez son innegables, sin embargo, el profesor Matthew M. Johnson, autor del libro Finding Success the First Year: A Survivor’s Guide for New Teachers, asegura en Edutopia que ser nuevo también tiene sus ventajas, incluso cuando se deben enfrentar errores típicos, dificultades y largas jornadas. Según menciona el docente, hay artículos que incluso mencionan cómo los nuevos profesores se saltan las horas de comida y hasta disminuyen su vida personal al mínimo como estrategia para enfrentar las dificultades y ser más efectivos. Es una realidad, pero como dice Johnson, no debería ser el todo de la primera experiencia. Todos los años, los profesores novatos hacen mucho más que quedarse hasta tarde trabajando y manejar las dificultades del aula. Ellos, además de todo eso, también innovan, se conectan con los estudiantes, los inspiran y le dan un nuevo aire a lo tradicional.
Según algunas investigaciones, hay una fuerte correlación entre el autoestima bajo de los profesores en su primer año y el desempeño bajo de los estudiantes. En ese sentido, asegura el profesor, es importante que los mentores de aquellos profesores, se encarguen de demostrarles que ellos, además de estar por encima de sus dificultades, también pueden utilizar sus fortalezas y las ventajas de ser nuevos, a su favor. Y ¿cuáles son esas fortalezas o ventajas?
Los profesores novatos, tienen nuevas ideas. Dichas ideas se pueden convertir en enormes aportes no solo para los alumnos, sino también para la comunidad educativa y los profesores que desde hace años hacen parte de ésta. Las ideas frescas de los nuevos profesores siempre vienen bien y esa es sin duda una de los principales cosas que tienen a su favor.
Las nuevas ideas van de la mano con las nuevas perspectivas, factor que los nuevos profesores pueden utilizar para identificar fallas o vacíos que la escuela no ha identificado aún. Una nueva mirada siempre será útil si el objetivo es mejorar.
Los profesores nuevos y jóvenes usualmente son expertos en temas que los profesores veteranos no conocen tan bien. Enseñar significa estar a la vanguardia y lograrlo, muchas veces, es un gran desafío. Esto significa que los veteranos, aunque tienen una ventaja en algunos conocimientos pedagógicos, también pueden aprender de los novatos, quienes pueden ser expertos en nuevas investigaciones, metodologías, etc. Esta experiencia si se comparte con precisión, puede aportar enormemente al área, al colegio y por supuesto, a los estudiantes.
Los nuevos profesores tienen una reserva de energía verdaderamente única. Johnson compara esto con una relación. Él dice que una persona que lleva 10 semanas en una relación tiene una energía diferente a la que puede llegar a tener una persona que lleva una década en la misma relación. Este principio, según él, aplica en el ámbito educativo. La energía de un profesor nuevo, por obvias razones es diferente a la de un profesor que lleva muchos años de su vida dando clases. Esta energía, si se utiliza correctamente, es una fuente de beneficios para los estudiantes, quienes muchas veces también están cargados de esa misma energía.
Leave a Reply