En abril de 2012, Rodrigo Dahmen Morales fundó un equipo de robótica llamado Bunki Suru. Todo empezó con un kit de robótica LEGO NXT Mindstorm y 16 estudiantes motivados que nunca imaginaron lo lejos que llegarían. Como profesor de Física, Matemática y Coach de Robótica Educativa del Colegio Patricio Lynch de Valparaíso, Rodrigo creía en las capacidades de sus alumnos, pero al igual que ellos, en ese momento no vislumbra el gran alcance de esta iniciativa. Siete años después el equipo está conformado por más de 40 estudiantes extraordinarios que están llegando muy lejos.

En febrero de 2018, el Bunki Suru compitió y ganó en el torneo Nacional VEX Robotics VRC en Chile.

Este logro en Chile les permitió viajar al Sudamericano VEX Robotics en Bogotá, Colombia, donde compitieron con equipos de EE.UU., Panamá, Ecuador, Chile y Colombia. En esta gran competencia se llevaron el Excellence Award por su trabajo en equipo y el diseño de su robot, Thomy-Furia. Varias cosas fueron evaluadas: el rendimiento del robot, la programación autónoma, un libro de ingeniería, entre otras cosas que los hizo merecedores de una extraordinaria puntuación.

“Thomy Furia es un ROBOT EDR V4 el cual busca realizar la mayor cantidad de funciones ante el juego, como por ejemplo, lanzar pelotas, levantar “caps” parecidos a discos para dejarlos en postes elevados o dejarlos en el color de su alianza y poder subir a una plataforma desplazando a otros robots mediante fuerza y astucia”, cuenta Rodrigo. Gracias al excelente rendimiento del robot, ahora el Bunki Suru aseguró un cupo en el Campeonato Mundial de Robótica VEX en EE.UU., el torneo de robótica más grande del mundo (catalogado así por Guinness World Record 2016), que se realizará este año en Louisville, Kentucky.

Según Rodrigo, el trabajo colaborativo, la inclusión de cada integrante, la valoración de las habilidades, la persistencia frente a los desafíos y el gran espíritu de superación, son las cualidades que han permitido que este grupo tenga tantos logros.

Ahora, 14 personas viajará para seguir compitiendo… Pero el fin de este profesor no es que sus estudiantes se lleven a casa todos los premios, pues sabe bien que éstos no deberían determinar la felicidad de sus alumnos. Lo más importante para él es que sus estudiantes hagan bien el trabajo, aprendan, mejoren y pongan todas las ganas y el corazón en cada desafío que enfrenten. “Ir a un mundial al extranjero y representar a tu país es la natural cúspide de cualquier competidor que busca la autosuperación constante, pero nunca ha sido condición de felicidad ser campeón ni obtener premios. Pero sí es una prioridad realizar el trabajo y sentir que se dio todo sin remordimientos”, comenta el profesor.

A esto se suma el valor de la experiencia como tal. “El hecho que nuestros alumnos y alumnas puedan conocer una cultura distinta y compartir con tantas personas que disfrutan de la misma pasión, son causales para abrir todo un mundo de nuevas expectativas y anhelos”, agrega.

Bunki Suru, explica el profesor, es un equipo que defiende el concepto del pensamiento divergente y destaca el pensar de una manera diferente como una cualidad especial, valorada y respetada.

Este sello del respeto y la inclusión, sumado a la pasión de un profesor que trabaja a diario por generar sonrisas y potenciar lo mejor de otros, les ha permitido a estos talentosos jóvenes de Valparaíso llegar muy lejos dentro y fuera de su país.