Un manual, enfocado en ayudar a los niños y niñas de 0 a los 18 años en tiempos de violencia y conflicto social, entrega ideas para trabajar en contextos familiares. Aquí dejamos algunas ideas que los profesores pueden replicar en las salas de clase.
“¿Qué podemos hacer? Ayudando a nuestros hijos en tiempos de violencia y conflicto social”, es un manual que fue elaborado por un grupo de profesionales de Venezuela, país que ha vivido varios años de represiones y episodios de protestas . Se trata de una guía que busca brindar protección emocional, sugerir actividades para una mejor comunicación de las emociones y contener a los niños y niñas frente a situaciones de estrés y violencia.
En el manual se encuentran varios consejos para trabajar con niños y niñas de 0 a 18 años y aunque está enfocado para que sean aplicados por los padres, cuenta con varias sugerencias que se pueden llevar a las salas de clase y ser útiles no sólo para ayudar a los estudiantes, sino también para la tranquilidad mental y emocional de profesores y padres. A continuación algunos consejos que destacamos del manual:
“Promueve los lazos y el intercambio con familiares, vecinos, amigos, compañeros de estudio, de modo de que el círculo de apoyo del niño crezca. Es importante que aprenda a establecer relaciones positivas y saludables, tanto con adultos como con otros niños. El recibir apoyo de otras personas, le ayudará a superar los tiempos de violencia y conflicto”, se lee en el manual.
Para ello, los expertos detrás de este material recomiendan que hay que ayudar a los niños y niñas a expresarse, a través de dibujos, juegos, escritos, u otras actividades propias de su edad. Hay diversas ideas según la edad en el manual.
“Aunque los niños estén muy pequeños, los comentarios continuos, las especulaciones que asustan y las imágenes o conversaciones constantes acerca de la situación aumentan sus temores e inseguridades. Limita esas discusiones frente a los niños y procura espacios y momentos libres de temas políticos”, recomiendan.
En los contextos familiares, recomiendan buscar momentos para ver una película o jugar algún juego de mesa. Estas instancias también se pueden llevar a la sala de clases y pueden permitir instancias de distracción ante la situación de conflicto.
“Es importante revisar nuestra propia agresividad, nuestro lenguaje y los comentarios que hacemos sobre la situación. Los insultos, las generalizaciones, metiendo a todo un grupo en el mismo saco, nos están haciendo daño a todos. Debemos evitar el uso de un lenguaje que exprese descalificación, burla, humillación u ofensa”.
La recomendación del manual se centra en promover espacios de conversación con vecinos, familiares y compañeras donde se argumenten las posiciones de cada uno, siempre hablando sobre la importancia del respeto y sobre lo necesario que es escucharnos para construir entre todos el país que se espera.