Evaluación auténtica como herramienta para la interdisciplinariedad

La educación se ha visto condicionada por las estructuras tradicionales que como docentes hemos perpetuado a través del tiempo, debido a nuestra interpretación del currículum. También por nuestra forma de evaluar lo que esperamos que nuestros estudiantes aprendan.

En gran parte de las escuelas, se siguen utilizando estrategias de evaluación tradicionales, como las pruebas de selección múltiple, donde se sanciona el error y es el docente el agente evaluador, dejando al estudiante fuera de su propio proceso de enseñanza y aprendizaje.

Si bien el currículum puede parecernos el culpable de muchas falencias del sistema educativo y de la forma tradicional de evaluar. Como docentes muchas veces dejamos de darle una mirada más crítica y hacer nuestro ese instrumento. Sin adaptarlo, como si fuera un recetario de cocina, siguiendo al pie de la letra lo que contiene.

Sostenemos que existen oportunidades para este instrumento como un modelo y una guía para nuestro quehacer docente, de modo que es parte de nuestra labor comprenderlo y flexibilizar las sugerencias que el mismo nos otorga. Esto puede ser muy difícil, considerando barreras institucionales que se puedan presentar.

Una vez que cambie nuestra mirada del currículum, cambiará sobre la evaluación

De esta manera, podremos darle la bienvenida a nuestra sala de clases a nuevas e innovadoras estrategias de evaluación, otorgándoles la relevancia a los verdaderos protagonistas de la enseñanza y aprendizaje: las y los estudiantes. Algunas estrategias que podrían permitir esta innovación e involucramiento de los estudiantes son la interdisciplinariedad y la evaluación auténtica.

La interdisciplinariedad en múltiples áreas de la enseñanza se comienza a ver como una de las propuestas más presentes en los nuevos modelos educativos y en el currículum. Debido a que una educación interdisciplinaria evidencia las disciplinas involucradas en torno a un mismo objetivo, no puede ser evaluada del mismo modo que una educación tradicional. 

Es primordial respetar la naturaleza del aprendizaje

Al presentar una mayor diversidad, tanto de objetivos como de posibles aprendizajes, la posibilidad de que nuestros estudiantes logren aprendizajes no contemplados en nuestros objetivos es muy grande. Por lo tanto, debemos estar muy dispuestos –como docentes– a ampliar nuestros criterios de evaluación. 

Por esa razón, planteamos la evaluación auténtica como nuestra principal ayuda, a la hora de trabajar con la creciente interdisciplinariedad presente en nuestras aulas y establecimientos. La evaluación auténtica nos permite evaluar los aprendizajes contextualizados. Es decir, nos permite involucrar a nuestros estudiantes en su aprendizaje y evaluar situaciones de aprendizaje significativas para ellos/as.

La evaluación auténtica se diferencia de la evaluación tradicional en que hace al estudiante parte de su propio aprendizaje, evaluando su proceso en situaciones en las cuales sea relevante para este y en un contexto determinado. Otra característica que define a este tipo de evaluación, es que diferencia la evaluación de la calificación, caracterizando cada proceso por separado.

Esta evaluación nos invita a considerar más que conocimientos y saberes, ampliando la mirada a una más integral. Por lo tanto, más concordante con un proceso de aprendizaje interdisciplinario. 

Este texto es el resultado de un ejercicio de reflexión creado por Martín Cáceres y Carlo Mora, profesores del Curso Aprendizaje Basado en Proyectos en Contextos Universitarios y Escolares, Programa de Educación Media en Ciencias, en la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC).

Valeria Cuevas Espinosa, estudiante de quinto año de Pedagogía en Educación Media en Cs. Naturales y Biología.

Valeria Julio Julio, estudiante de quinto año de Pedagogía en Educación Media en Física.

Vicente Swett Barros, estudiante de quinto año de Pedagogía en Educación Media en Química.